"GHAAAAAAA"

Una criatura horrible con ojos como platos y colmillos afilados está a punto de ponerte las garras encima, pero has hecho caso a Squirtle y te has agachado a tiempo. Squirtle dispara un chorro de agua tan potente que hace que la criatura choque contra la pared. Entre alaridos, la criatura se evapora, pero mantiene sus ojos en ti. "¡Ya jugaremos otro día! Siempre habrá una noche... una noche..." Son las últimas palabras que oyes mientras Squirtle y tú escapáis por una puertilla.

Felicidades, has sobrevivido esta primera parte del Laberinto de Javi.

Continuará...